El sábado 4 de junio algunos de nosotros quedamos a las 7:15 de la mañana para emprender un viaje hasta Murcia donde íbamos a participar en el curso de Kuribayashi sensei, del Hombu Dojo en Tokio.  Los pequeños viajes entre compañeros siempre me agradan.  Es una buena oportunidad para conocerse mejor ya que todos tenemos vidas bastante ocupadas fuera del tatami y no tenemos mucha oportunidad de compartirlas.

A parte de una práctica, muy intensa y agradecida con aikidokas de diversas escuelas, siento que Kuribayashi sensei me ha invitado a salir fuera de mi zona de confort. Lo que me llevo de los mensajes de Kuribayashi sensei es lo siguiente:

¿Por qué?  ¿Qué es mejor?  Nos hizo ese tipo de interrogaciones a lo largo del seminario sin darnos respuesta ninguna.  No, no dió respuestas. Dió lo que él llamó “pistas” con la idea de que somos nosotros mismos los que debemos discernir lo que es mejor en un momento dado.  Tenemos que ser consciente del compañero y de nosotros mismo y saber por qué hacemos lo que hacemos.

Nos pidió repetidamente que nos quitáramos nuestros filtros visuales y mentales.  Estamos tan acostumbrados a ver, a sentir y a hacer las técnicas que no vemos lo nuevo o las posibilidades que nos ofrece una situación.  Tenemos que observar y escuchar tanto a uke como a tori para poder actuar de forma nueva, espontanea y adecuada.

No separar.  No olvidarse de lo que forma parte del UNO:  “cuerpo-mente”  “uke-tori”  “centro-extremidades” “fuerza-técnica”, etc.  El resultado depende del todo unificado y no sólo de un criterio arbitrario o de un extremo de una polidaridad.

Nos recordó vehementemente la importancia de la etiqueta.  Corrigiéndonos a la hora de decir “arigatou” en vez de “arigatou gosaimashita”, a la hora de entrar correctamente en el tatami, en cómo llevar la hakama correctamente para no ofender.  Haciéndonos conscientes de que hay que recordar que cada cultura tiene sus formas de cortesía.

Tengo que reconocer que fue una sorpresa que sensei fuera tan abierto y tan directo con sus observaciones.  Agradezco su franqueza porque me ha animado a observar las cosas y observarme a mi misma con ojos distintos, cuestionar y profundizar mi trabajo en el tatami.

Por último, nuestro agradecimiento a la organización del seminario. Contarán con nosotros en futuras ediciones.

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Catherine Marcos
Senpai del Dojo Sintagma Valencia